La Región del Biobío convive con una realidad compleja: una gran diversidad de amenazas naturales y antrópicas (remociones en masa, terremotos, tornados, inundaciones e incendios forestales) se superponen en la región, afectando tanto a zonas urbanas como rurales. En ese contexto, la relación entre las comunidades y los municipios se vuelve esencial, especialmente cuando hablamos de prevención y preparación ante desastres.
Las investigadoras MsC. Susana Zúñiga Armijo y MsC. Leticia Astudillo Reyes son estudiantes del Doctorado de Estudios Territoriales del Sur Global (DETSur) y tesistas de la profesora y Dra. Edilia Jaque Castillo. Estas tres investigadoras han publicado un nuevo artículo científico en la Revista REDER, artículo que analiza este vínculo desde una perspectiva profundamente necesaria: la integración de saberes ancestrales y tradicionales en la gestión del riesgo. A partir de una encuesta aplicada a encargados municipales de emergencia en diversas comunas del Biobío, el estudio muestra que, si bien muchas autoridades locales reconocen y valoran los conocimientos que las comunidades tienen sobre su entorno (como señales en la naturaleza o patrones heredados de generaciones anteriores), en la práctica aún persisten grandes desafíos para incorporar estos saberes de forma efectiva en las políticas y acciones de prevención.
Entre los principales hallazgos se señala la falta de institucionalidad en varios municipios, donde ni siquiera existe un cargo formal para la gestión del riesgo, así como una necesidad urgente de fortalecer la relación entre ciencia, política pública y territorio.
El trabajo se enmarca en una línea de investigación que busca ampliar la mirada sobre cómo enfrentamos los desastres, reconociendo que no basta con mapas ni modelos: también es clave escuchar y vincularse con las personas que habitan los territorios día a día.
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